El pastel del diablo

El pastel del diablo

Carmen Martín Gaite

Lumen

Un matrimonio mayor tuvo una hija y la llamaron “Sorpresa”. En su bautizo, una mujer se acercó a la cuna donde ella estaba y dijo que Sorpresa querría saberlo todo y desearía todo aquello que no podía tener. Al día siguiente, encontraron a aquella mujer muerta. Sorpresa daba muchos problemas en casa y le gustaba crear cuentos sorprendentes. Pero lo que ella quería saber de verdad era cómo podía crecer, ser mayor.

Lo malo de estar siempre escuchando historias era que no podía escuchar a los demás, y entonces se vio sola en el mundo, pero pensó que ella era la única que podía hacer girar la manivela para ver esas increíbles historias en su mente. Entonces pensó que lo mejor sería crecer poco a poco para ir viendo cómo funcionaba ese magnífico artilugio de su mente y comerse sola el pastel del diablo.

Valoración: increíble, te lleva de la mano a otros mundos inimaginables.

María Porras Alcón, 1º BX

Comentarios